sábado, 6 de noviembre de 2010

SAN BORONDÓN IV

Los monjes, buscando su soledad, tuvieron que encontrar otros lugares y 14 años después emigraron a la costa sudoeste de Groenlandia. El LIBELLUS ISLANDORUM, escrito por Ariel el Sabio nos dice: “…los fundadores de los establecimientos normandos en Groenlandia  han encontrado en el país habitaciones humanas, tanto hacia el este como hacia el oeste; utensilios de piedra rotos y restos de embarcaciones, lo cual demuestra que había vivido allí algún pueblo…”. Finalmente también llegaron allí los vikingos en el 982, pero ya no encontraron a los monjes (o Papar como ellos los llamaban). ¿Dónde habían ido? ¿Habrían proseguido hacia el oeste?.
Algunas tradiciones nórdicas hablan de un país llamado La Gran Irlanda (Ireland It Mikla) o El País de los Hombres Blancos (Huitramanaland). Podría ser América. Probablemente esta tierra es lo que hoy forma Nueva Inglaterra.
Las embarcaciones que usaban, Los Curragh, fueron probadas en 1976 por Timothy Severin quien construyó una y llegó a las costas de Terranova navegando al igual que en la época de los monjes.
El geógrafo americano J. Johnston informó, en 1819, acerca de una leyenda que había recogido entre los indígenas de Florida y de Carolina del Sur. Los indígenas afirmaban que, desde varios siglos antes, sus tierras habían sido habitadas por los blancos que empleaban armas y utensilios de hierro.
Si San Brandán llegó a la famosa isla lo desconocemos. Colón no creía en la historia, aunque sí Martin Behaim, que llegó en 1484 a Portugal y escuchó la historia y así en su globo terráqueo de 1492 aparece la isla muy al oeste unos grados arriba del ecuador.
Leonardo Lorriani, en 1587, identifica en su obra “Descripción de las Islas Canarias” la isla de San Borondón con la Antilia denominándola “la que no se halla”: Esta isla tiene 264 millas de largo y 93 millas de ancho. Se extiende de sur a norte y termina casi en los 34º de latitud norte y 29º 17’ en su parte austral. Su longitud desde el meridiano de La Palma a occidente es de 3º y 43 minutos, lo que hace una distancia desde La Palma de 70 leguas españolas, que son 240 millas italianas.
La necesidad de llegar a esta isla aumentó a partir de 1418 cuando se descubrió Madeira que era una tierra que se veía en los días claros desde Porto Santo. ¿No pasaba igual con San Borondón?
El último viaje “oficial” para descubrir la isla de San Borondón se realizó en 1772 y las últimas islas imaginarias desaparecieron de los mapas navales en 1873.

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